El apresamiento por parte de la Policía Nacional de facinerosos dedicados a sustraer accesorios y piezas de vehículos constituye un golpe certero a esa creciente actividad delictiva, que mantiene en zozobra a los propietarios de carros, camiones, Jeepeta, motocicletas y passolas en todo el país.
La detención de cincos antisociales a los cuales se les ocuparon cientos de accesorios como espejos retrovisores, ribetes, logos, parillas entre otras piezas de alta demanda en el mercado de la venta ilegal de esos productos, es el resultado de las constantes quejas ciudadanas por esas fechorías.
Es de conocimiento público que algunos negocios localizados en Villa Juana, Villa Consuelo ,Villas Agrícolas, Los Mina y Herrera, en la capital venden accesorios y piezas robadas, para lo cual utilizan a delincuentes para sustraer objetos determinados especialmente de vehículos nuevos o de alta gama, porque pueden revenderse a mayor precio.
En otros países las autoridades destinan fuerzas de tareas especializadas para contrarrestar el auge en el robo de accesorios y piezas vehiculares, utilizando a agentes encubiertos que compran en negocios que han sido delatados por antisociales apresados o sospechosos de vender objetos robados.
Existe también en el exterior, disposiciones legales muy severas para las personas condenadas por tribunales en casos de robos de esos accesorios, y es extraño, que hasta el momento ningún congresista dominicano se haya interesado por legislar en contra de esta epidemia de robos de accesorios vehiculares, que a diario suma nuevas víctimas.