Con el plan de intensificar la localización y deportación de 10 mil indocumentados por semana y el nombramiento mediante el decreto 560-24 del Vicealmirante Luis Rafael Lee Ballester como director general de migración, las interdicciones alcanzaran niveles sin precedentes, por la cantidad de personal militar y civil que se dedicarán a esa tarea
Mientras la mayoría aplaude que las autoridades por fin hayan puesto sus oídos en el corazón de una población que clama por mantener a raya a los extranjeros que en violación al Ley 285-04 se mantienen en el país sin tener la documentación legal, también avizoramos que las agresiones a los agentes migratorios se multiplicarán.
Las gestiones previas de la Dirección Nacional de Migración (DGM) y sus diferentes incumbentes se han hecho eco de virulentos ataques cometidos por haitianos y en ocasiones hasta por ciudadanos dominicanos cuando la DGM ejecuta operativos en lugares en donde la información obtenida indica la presencia de extranjeros ilegales.
Rotura de cristales, incendios de sus vehículos, apuñalamientos , ataques con piedras, botellas, palos, martillos, productos químicos, armas blancas y atropellamientos intencionales, son parte del escenario diario que deben atravesar los agentes migratorios para cumplir con su labor muchas veces interrumpida por esos desaprensivos .
Y antes de que la sangre llegue al río, aconsejamos una campaña publicitaria exhortando a cooperar con las autoridades, informando sobre concentraciones de indocumentados, y no obstaculizar los operativos migratorios, advirtiendo a quienes agredan o impidan el trabajo de la DGM que serán apresados y sometidos a la justicia para que reciban sanciones ejemplares, que sirvan de escarmiento a otros antisociales.