NOCTURNO DE LA AMADA
Nodriza de los astros, lecho que he convocado
Junto a la avispa de tu blanco cuerpo,
Cuerpo de nube limpia y de agua ingenua
Que llega hasta el jardín y en mi memoria sueña.
Anhelo de tus lirios las alarmas
Que un pájaro escucho bajo la noche
De encendido lucero que soñaba.
Yo se que lluvia es todo, y solo es viento
Lo que toca mi cuerpo en la arbolada.
El ardor de un hoguera se presiente
En tu boca de flor y en primavera,
Y el ancla de los astros se detiene
Presa de la fatiga de la noche
En tu cuerpo que es fuente prodigiosa
Declara palidez y de silencio.
El viento palpa en bosque de tu vida
Blanco de corza, y de lucero, blanco.
Tiemblas en las pupilas de la lluvia
Como un amanecer que va de paso.
La avispa de tu cuerpo el avispero pone
Rojo del corazón como un incendio
Que calcina los bosques de la noche
Y hace más grave el viento que te ciñe.
Donde la lluvia pule sus azules más claros
Yo te he visto dormida en blanco lecho
De mariposas que han volado astros
Por huir de lo torpe del invierno.
En el furtivo aire, como beso
Arde el nudo marino de tu vientre,
Y los blancos veleros de mis ansias – Olvidados del tiempo – van a verte.
SUS PIERNAS
Sus piernas son las yerbas de mis días,
Llenas de verde tierno dan el oro
Que el aire sabe convocar al verlas
Hechas con las palabras de los vientos.
Hechas por esa nube que las mira
Y las aguas del lago donde sueña
Un pez amante de los verdes valles
De la luna ceñida por su enigma.
Pasan sus verdes piernas suscitando inquietudes
A los vientos y el bosque meditando
Sueña que son dos corsas cuando corren
Destrozando las aguas de aquel lago.
Humana tierra es la tierra que ya escucha
Como pasan sus piernas por el día,
Dejando taciturno el tiempo amargo
De la amante perdido entre las aguas.
Esos enigmas que en el sol se acercan
Sin pensar en el astro ni en el velero,
Yo los siento llegar desde sus piernas
Como barcas que cruzan por el tiempo.
A izquierda de la dicha, hay las leyes
De todo lo que muere y que no queda
A la derecha de ese paraíso
Que es su cuerpo llevado por sus piernas.
Llevando flores, río entre su cuerpo,
Mi tiempo pasa sin pensar en ellas,
Lleno de las cenizas del olvido,
Pasto de espacio y tiempo que se ausentan.
El ojo lava un parpado de llanto.
Conforme con la duda son mis años
Y el viaje de mi vida va olvidando
El paso por su dicha de los vientos.
PENETRANDO EN EL SUEÑO
Voy hacia ti parecida a este mundo
Voy hacia ti parecida a los mares
Voy hacia ti parecida a mi mano
Que se oculta en la sombra de tu sangre.
De tu cabellera van saliendo pájaros
De tu corazón todos los potros
De tus ojos parten las fuentes
Que mojan el mar y mojarán mis horas.
Voy hacia ti con tu sombra en la mano
Voy hacia ti con los mares que empiezan
Voy hacia ti y te entrego ese potro
Perdido en los cristales densos de la noche.
Se me ocultan tus ojos en las aves que vuelan
Y ya sin esos ojos yo no puedo mirarte
Ya no puedo mirarte sumergida en la sombra de mis besos
En mi respiración que nace de tus parpados.
Voy hacia ti te me vas y me dejas tu cara
Se te caen los soles de las manos
Y no cantan los pájaros que tu sangre recorrieron mis días
Y yo siento la brisa de ese potro de muerte.
Voy hacia ti y me dejas tu rostro
Y me dejas el mundo despertando en la aurora.