Quienes piensan que la minera canadiense Barrick Gold Pueblo Viejo invertirá 1,300 millones de dólares en proyectos de expansión con la finalidad de contribuir a la dinamización de la economía dominicana y constituirse en pieza importante en la superación del descalabro actual del país, deberán analizarlo dos veces.
Las motivaciones detrás de ese repentino deseo de la minera encuentran su raíz en la necesidad de obtener mayores beneficios, debido al precio record que mundialmente alcanza la onza de oro a causa de la desestabilización del dólar estadounidense, hasta ahora la moneda líder en el intercambio global, pero que va cediendo terreno ante el oro y la plata.
La benignidad de muchos dominicanos, quizás les hace pasar por alto, los graves daños medioambientales provocados por esa empresa en la provincia Sánchez Ramírez, o la constante conducta fraudulenta descubierta desde el 2013 por la Dirección de Aduanas, al retenerle un cargamento de oro y plata, pues la Barrick Gold se negaba a la verificación del contenido, resultando que el oro dominicano era reportado como extraído en Estados Unidos, para ellos venderlo más caro en el exterior y al mismo tiempo no pagar los impuestos correspondientes.
Como muchos recordarán, el acto doloso de la Barrick culminó con el pago de una multa de 972 millones de pesos al Estado, que por otra parte continua recibiendo un porcentaje miserable por las masivas extracciones de minerales y destrucción medioambiental que causa la minera, siempre apoyada por personajes oscuros y operaciones mediáticas sobredimensionadas de las migajas otorgadas a la provincia y al país.
La Barrick intenta distorsionar los hechos al exagerar el pago de impuestos y gravámenes, mientras desvía la atención de las descomunales ganancias que obtienen en la mina de Pueblo Viejo, cuya operatividad intentan mantener por varias décadas siempre y cuando los representantes del Estado sigan permitiendo el desigual negocio con esa empresa reconocida por el oportunismo y la explotación inmisericorde del patrimonio dominicano. ¡¡¡Ojo pelao con la Barrick Gold!!!