Quienes les dan seguimiento a las mediciones y encuestas realizadas en los últimos años, procurando obtener respuestas a las principales preocupaciones de la sociedad dominicana encontrarán que los lugares cimeros los ocupan la delincuencia, el desempleo y el costo de la vida.
Esa trilogía de situaciones recogidas en las diferentes encuestas llevadas a cabo en el país, mantienen una interrelación dialéctica con el grupo social más judicializado en referencia a los robos, atracos, violencia, microtráfico y conductas asociadas a las violaciones de las leyes durante décadas.
La Organización Internacional Word Visión ratifica la gravedad de los efectos causados por las inexistentes o fallidas estrategias estatales para abordar la problemática del grupo social, cuyas edades oscilan entre los 15 y los 29 años, pues el más reciente estudio publicado por esa entidad, indica que el país ocupa el primer lugar en América Latina y el Caribe en desempleo juvenil.
La investigación de Word Vision encontró 850 mil jóvenes en la generación NINi, es decir aquellos que ni estudian ni trabajan, confirmando las raíces de la judicialización creciente en este grupo social y señalado como responsable de la intranquilidad ciudadana recogidas en las encuestas.
Por eso el 76.6% de los hogares consideran la delincuencia el principal problema de acuerdo a la Oficina Nacional de Estadísticas (ONE).
Tenemos increíblemente a casi 900 mil jóvenes que no realizan ninguna actividad productiva o educativa para coadyuvar al progreso personal o de la comunidad, constatando la creencia de sobre el 90% de hogares que achacan al desempleo y a la falta de educación el aumento de los delitos.
Los NINI sobreviven sometidos al intenso bombardeo mediático en los cuales se iguala la posesión de bienes materiales al ascenso en la pirámide social. ¿Qué hacen entonces esos jóvenes para lograr reconocimiento en la vida?, ¿educarse, trabajar honestamente?. O ¿convertirse en malhechores? , Cuál es la respuesta?..