Cuando un creyente en Cristo llega a conocer bien las diferencias entre Israel y la iglesia, se aleja de cualquier posibilidad de ser arrastrado por aquellas corrientes erroristas que promueven el neo-judaísmo, la doctrina de los adventistas, de los Testigos de Jehová y de cualquier otra herejía afine. El estudio de este material es un breve aporte apologético que nos “ayuda a presentar defensa con mansedumbre ante quienes nos demanden razón de la común fe, que hay en nosotros” (1Ped. 3:15).
A continuación, presentamos un breve paralelismo de contraste entre Israel y la iglesia a la luz de la Biblia como Palabra de Dios.
- Israel: Tiene a Moisés como su líder terrenal, a quien Dios llamó desde (Éx.3:1-10), para liberar al pueblo del yugo de esclavitud egipcia.
- La Iglesia: Tiene a Cristo como su líder espiritual, a quien Dios envió desde el cielo por su amor al mundo (Juan 3:16). Cristo, como cordero de Dios derramó su sangre en la cruz para salvar a toda persona que por la fe lo reciba como su salvador personal. El sacrificio de Cristo en el calvario fue suficiente, para que todo el que cree en él, sea liberado de la esclavitud de pecado y del poder de Satanás, y por la en él obtenga la vida eterna. (Juan 3:16; Rom.1:16-17; 5:8).
3- Israel: Luego de Moisés liberar a Israel de la servidumbre egipcia, tenía encomendada la misión de llevarlo a poseer la tierra prometida por Dios a Abraham, a Isaac, a Jacob y a toda su descendencia (Gén.15:18-21; Éx.3:8).
4-La iglesia: La iglesia está formada por todos los creyentes han sido liberados del yugo de la esclavitud del pecado y del mundo malo por medio del sacrificio de Cristo en la cruz del calvario. Como institución divina, la iglesia cuenta con la promesa de su fundador, de ser llevada a la casa de su Padre celestial, donde disfrutará de la gloria eterna junto con su divino redentor (Lucas 12:32- 34; Juan 14:2-3; Hechos 1:11; 1Tes.4:13-18)
5-Israel: Como pueblo de Dios, fue fundado por Moisés en la dispensación de la ley. En el monte Sinaí, mediante Moisés, Israel recibió las dos tablas de la ley de parte de Dios. Sobre la importancia de la ley, la Biblia de Estudio de la Vida Plena, nos dice:
El recibir la ley de Dios por medio de Moisés, fue uno de los aspectos más importantes de la experiencia israelita en el monte Sinaí. La ley mosaica (heb. torah, que significa enseñanza), puede dividirse en tres categorías:
(a) la ley moral, que trata sobre las normas de Dios para la vida de santidad (Éx.20:1-17;
(b) la ley civil, que trata sobre la vida legal y social de Israel como nación (Éx.21:1-24:1); y
(c) la ley ceremonial, que trata sobre las formas y las ceremonias de adoración de Israel al Señor Dios, entre ellas el sistema expiatorio (Éx.24:12-31:18).”[1]
La ley de Moisés era de carácter provisional, y sólo para el pueblo de Israel. La ley, además, fue el camino que Dios abrió para conducirnos a Cristo en la dispensación de la Gracia. El Comentario de la Biblia de Estudio Pentecostal, nos dice:
La ley actuó en calidad de tutor temporal para el pueblo de Dios hasta que llegara la salvación mediante la fe en Cristo (Gál.3:22-26). La ley fue dada para llevarnos a Cristo, a fin de que fuésemos justificados por la fe (Gal.3:24)[2]
6- La Iglesia: La iglesia, que fue la única y verdadera institución fundada por Cristo, recibió de él la gracia, la verdad.
“Pues, la ley por medio de Moisés fue dada, pero la gracia y la verdad vinieron por medio de Jesucristo” (Juan 1:17).
La iglesia, a diferencia de Israel, fue edificada sobre Cristo, el mismo Cristo lo declaró, cuando dijo: “…y sobre esta roca edificaré mi iglesia…” (Mat.16:18).
En cuanto a la promesa de Abrahán y los gentiles, en el libro de Gálatas, el apóstol Pablo le ofrece a la iglesia de los Gálatas, la siguiente declaración:
- .- Los creyentes gentiles, por la fe en Cristo, son “hijos de Abraham y herederos de la promesa” (Gál. 3:7-9).
- .- Por medio de Cristo los creyentes gentiles alcanzaron la bendición de Abraham; por lo tanto, mediante la fe, reciben la promesa del Espíritu (Gál.3:14).
En su comentario sobre el fin de la ley en la dispensación de la gracia, la Biblia de Estudio Pentecostal Vida, dice:
La ley y el pacto del AT no eran perfectos, ni se tenía el propósito de que fueran permanentes. La ley actuaba como un tutor temporal para el pueblo de Dios, hasta que viniera Cristo (Rom.4:24-26; Gál.3:19). [3]
Sobre las diferencias entre la dispensación de la ley y de la gracia, el escritor Jorge D. Beckwith, escribe:
“La dispensación de la ley corresponde a la era judía; la dispensación de la gracia, a la era cristiana. La ley judía y la gracia no se mezclan, porque la ley nos impide la presencia de Dios, pero la gracia la requiere. La ley nos encierra, la gracia nos liberta. La ley condena a los mejores hombres, la gracia justifica, a los peores hombres. La ley maldice y mata; la gracia perdona, redime y da vida.[4]
7- La ley y el Sumo Sacerdote. Aarón, como sumo sacerdote, entraba una vez al año al lugar santísimo, con sangre de animales, a ofrecer sacrificios al propiciatorio por los pecados de él y por los pecados del pueblo (Lev. 16:2-3,14-17), era conocido como “día de la expiación”. Esa celebración, era y es todavía, la fiesta más importante de Israel.
Frank M. Boyd, escribe sobre ese día, como sigue:
“El día de la expiación (Yom Kipuur, como le llaman los judíos modernos), era el acontecimiento más importante del año para los hijos de Israel por su significado espiritual”[5]
- La iglesia: En la dispensación de la gracia, la iglesia cuanta, con un Sumo Pontífice, que es diferente al de la ley, a saber: Cristo, quien vino de la tribu de Judá de la tribu de Judá (Hebr7:14). (Él es el “Siloh” que vendría de la tribu de Judá según la profecía de Jacob (Gén49:10) (c) Su sacerdocio es según el orden de Melquisedec (Hebr.7:1-4, 14-15)
- Israel tenía a Moisés como su líder terrenal y guiador espiritual. La forma en que, milagrosamente, Dios usó a Moisés en la libración del pueblo de Israel del yugo de esclavitud egipcia, y cómo se manifestó el poder y la gloria de Dios a través de él durante los cuarenta años por el desierto, en la historia sagrada del Antiguo Testamento, no tiene comparación. Dios hablaba con Moisés y Moisés habla con Dios. Observemos lo que Dios mismo dijo sobre ese gran caudillo, en Números 12:6-8, leemos:
“Cuando haya profetas de Jehová entre vosotros, le apareceré en visión, en sueños le hablaré. No así con mi siervo Moisés, que es fiel en mi casa. Cara a cara hablaré con él, y claramente, y verá la apariencia de Jehová”.
Moisés poseía cualidades y virtudes en su carácter y en su personalidad, muy loables. En el libro de Números 12:3, leemos sobre él:
“Y aquel varón Moisés era muy manso, más que todos los hombres que había sobre la tierra”.
Así, que, en el Antiguo Testamento Moisés llegó a ser el hombre más grande de la tierra (De los libros del Pentateuco desde Éxodo hasta Deuteronomio). Moisés, por su fidelidad en la casa de Dios, fue hondado divino Señor (Hebreos3:3-4)
- La Iglesia tiene a Cristo, que ha sido, y es, el Señor humano más grande que venido a la tierra. Él es ciento por ciento hombre, pero también, ciento por ciento Dios. Cristo es el Hijo de Dios (Mat.16:16); es el fundador de la iglesia; es la cabeza de ese cuerpo; y es a la vez, su supremo dueño y guía espiritual por los siglos sin fin (Mat.16:18; Ef. 1:22-23; Col.1:18). El autor del Hebreos, afirma que Cristo:
“Es de mayor honra y de mayor gloria que Moisés (Hebreos3:3).
La Biblia afirma y confirma la superioridad de Cristo sobre Moisés. Observemos:
La inigualable y sempiterna grandeza del nombre y de la persona de Jesucristo la dio a conocer el ángel Gabriel a María y a José en el anuncio que les dio sobre la concepción milagrosa había en el vientre de la bienaventurada mujer; observemos:
El Ángel le dijo en sueño, primero a José:
(a) que lo que había en el vientre de María “era engendrado por el Espíritu Santo” (Mat.1:21);
(b) que José lo “llamaría por nombre JESUS, porque Él iba a salvar a su pueblo de sus pecados” (Mat.1:21).
El mensaje del Ángel a María aparentemente, fue estando ella despierta, no en sueño, como en caso de José su marido; éste le dijo a María:
(a) “Concebirás en tu vientre, y darás a luz un hijo…” (Luc.1:31;
(c) “Llamarás su nombre JESUS, porque él salvará a su pueblo” (Luc.1:31);
(d) “éste será grande, y será llamado Hijo del Altísimo” (Luc.1:32);
(e) “el Señor le dará el trono de David su padre” (Luc.1:32);
(f) “reinará sobre la casa de Jacob para siempre” (Luc.1:33);
(g) “su reino no tendrá fin” (Luc.1:33);
(j) el ángel le dijo a María, “que el Espíritu Santo vendía sobre ella, y el poder del Altísimo le iba a cubrir con su sombra, y que el santo ser que nacería sería llamado Hijo de Dios” (Luc.1:35.
Pablo dice que, a Cristo, Dios:
(a) Lo exaltó hasta lo sumo” ( Fil. 2: 9);
(b) “Le dio un nombre que es sobre todo nombre” (Fil 2:9);
(c) “Para que en su nombre se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra” (Col. 2:10);
(d) Para que toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios el Padre (Col. 2:11)
Otras razones que nos dan las Sagradas escrituras, que comprueban que Cristo, según dice Hebreos 3:3, es superior a Moisés:
(a) el profeta Isaías, profetizó sobre seis atributos divinos y humanos de Cristo (Isaías 9:6);
(b) fue y es el “Emmanuel” (“Dios con nosotros”) (Isaías 7:14; Mat. 1:23);
(c) Dios lo envió al mundo para salvar y darle la vida eterna a todo aquel que creyera (Juan 3:16);
(e); en su bautismo en el Jordán, los cielos se abrieron y se oyó desde el cielo la voz de Dios que decía: “Este es mi Hijo amado en quien tengo complacencia” (Mat.3:17);
(f) “La gracia y la verdad vinieron por medio de Jesucristo” (Juan 1:17);
(g) Cristo es el fundador de de la iglesia (Mat. 16:18;
(h) él la llamó “mi iglesia” (Mat. 16:18);
(j) “Es la imagen del Dios invisible” (Col.1:15;
(k) es “Él primogénito de toda la creación”
(l) “En él fueron creadas todas las cosas.
(m) “Todo fue creado por medio de él y para él” (Col, 1:16; (l) “Él es antes de todas las cosas” (Col.1:17;
(m) “Es la cabeza del cuerpo que es la iglesia” (Col.1:18,
(n) “Es “el primogénito entre los muertos” (Col. 1:18),
(ñ) “En él habita corporalmente toda la plenitud de la deidad” (Col.2:9).
12-Israel y el pacto de la promesa en el monte Sinaí. Como parte de la promesa que Dios le dio a Abraham, diciendo: “…y serán benditas en ti todas las familias de la tierra” (Gén12:3), basado en esa promesa, bajo pacto, Dios hizo con Israel en el Sinaí, le dio la promesa de que ellos iban recibir de parte de Dios, tres bendiciones:
La primera: Iban a ser “especial tesoro de Dios sobre todos los pueblos de la tierra” (Éx.19:6).
La segunda: Serían “un reino de sacerdote de Dios” (19:6);
La tercera: serían “Gente santa” (19:6).
Las promesas del pacto de Dios con Israel en el Sinaí, tenían dos condicionamientos:
Número uno, ellos debían “dar oír la voz de Dios” (Éxo.19:5. Número dos: Debían “guardar su pacto” (19:5). El pueblo de Israel, no oyó a Dios, ni tampoco le obedeció, transgredió el pacto, por lo que el divino Señor se enojó hasta tal forma, que bajo juramento decretó que ninguna de la generación adulta que salió de Egipto de Egipto iba a entrar en la tierra prometida, “excepto Caleb y Josué” (Deut.1:34-36). El juramento decretado por Dios, de no entrar a la tierra prometida, incluyó al gran líder Moisés (Deut.1:37).
La violación del pacto de la promesa por parte de Israel, trajo como consecuencia que Dios prometiera establecer un “nuevo pacto con la casa de Israel y de Judá” (Jeremías 31:31-33).
13-La Iglesia fue fundada bajo “el nuevo pacto” que fue sellado por la sangre de Cristo. En Mat. 26:26-28, Mateo escribió en su evangelio:
“Y mientras comían, tomó Jesús el pan, y lo bendijo, y lo partió, y dio a sus discípulos, y dijo: Tomad, comed; esto es mi cuerpo. Y tomando la copa, y habiendo dado gracias, les dio, diciendo: Bebed de ella todos; porque esto es mi sangre del nuevo pacto, que por muchos es derramada para remisión de los pecados” (Mat.26:26-28,) RVR60).
Este es el mismo pacto del cual Dios dijo en Jeremías 31:31-34, que haría con la casa de Israel y de Jacob.
El pacto que Cristo selló con su propia sangre, sustituyó por completo al viejo pacto. El autor sagrado del libro a los Hebreos confirma la nulidad del viejo pacto, hecho por Cristo en la cruz del calvario con su propia sangre. Hebreos 8:13, dice:
“Al decir: Nuevo pacto, ha dado por viejo al primero; y lo que se da por viejo y se envejece, está próximo a desaparecer. (RVR60). En la dispensación de la gracia, el viejo pacto ya no tiene validez. Cristo es el mediador de un nuevo pacto.
En Hebreos 8; 6, leemos; “Pero ahora tanto mejor ministerio es el suyo, cuando es mediador de un mejor pacto, establecido sobre mejores promesas” (RVR60)
Harold L. Willmington, en su Auxiliar Bíblico Portavoz, nos ayuda a ver algunas otras diferencias entre Israel y la iglesia, que por su importancia hemos querido incluirlas aquí, él escribe:
- Las promesas son diferentes:
- Las promesas y las provisiones para Israel eran básicamente terrenales en su alcance (ver: Éx.15:26; Dt.28).
- Las promesas para la iglesia son básicamente celestiales en su alcance (Ef,1:3; Col.3:13)
- La simiente es diferente:
- La simiente física de Abraham se refiere a Israel (Rom.9:7).
- La simiente espiritual de la iglesia se refiere a la iglesia (Gál.3:7) (c)Los nacimientos son diferentes:
- Israel celebra su aniversario al pie del monte Sinaí (Éx. 19:20 (Éx.19:20)
- La iglesia celebra su aniversario en Pentecostés (Hech.2).
- Los israelitas se convirtieron en lo que eran, por su nacimiento físico.
- Los creyentes se convierten en lo que son, por su nacimiento espiritual.
- La nacionalidad es diferente:
- Israel pertenecía a esta tierra, y al sistema mundial.
- La iglesia está compuesta de todas las naciones y no tiene ciudadanía aquí, sino que sus miembros son extranjeros y peregrinos (1Ped. 2:11
- La relación con el hijo es diferente:
- Israel se presenta como una esposa infiel (Isaías 54:1-17; Jer.3:1, 14, 20; Ez.16:1-59; Os. 2.1-23)
- La iglesia se presenta como una novia pura y virgen que ha de casarse en el cielo (2Cor. 11:2; Apoc.19:7-9).
- Cristo es una piedra de tropiezo para Israel (1Cor. 1:23; 1Ped.2:8). Cristo el fundamento y la piedra angular de la iglesia (Ef.2:20-22; 1Ped. 2:4,5)”
Con los valiosos aportes que nos ofrece Harold L. Willmington, en su Auxiliar Portavoz, concluimos nuestro tema sobre las diferencias entre Israel y la iglesia.
Conclusión
Como hemos podido ver, en este estudio hemos presentado las diferencias fundamentales entre Israel y la iglesia. Sus bases bíblicas junto a los comentarios hechos por exégetas y comentaristas bíblicos autorizados, ayudan al estudiante de las Sagradas Escrituras a entender bien las diferencias fundamentales entre Israel y la iglesia, entre Cristo y Moisés, como así también, a conocer bien las diferencias entre la Dispensación dela ley y la de la gracia. Es, además, un material que nos sirve de apología para defender nuestra común fe ante los nuevos judaizantes, que tratan de negar la supremacía de Cristo y de la dispensación de la gracia sobre Moisés y la ley.
Biografía
Beckwith, Jorge D, El Plan Profético de Dios: Ediciones las Américas, Puebla, México, pág. 66
Biblia de Estudio Diario Vivir: Editorial Tyndale House Publisher, pág. 2034
Biblia de Estudio Pentecostal: Editorial Vida,pág. 1993
Biblia de Estudio Vida Plena: Editorial Vida, 109
Boyd, Frank M, La Biblia a su Alcance, tomo 1: Editorial Vida, pág.72
Santa Biblia de letras grandes: Editorial Vida, pág. 1510
Willmington, Harold L., Auxiliar Bíblico Portavoz: Editorial Auxiliar Portavoz, pág.698