Por fin vuelve la NBA, una de las pocas ligas en el mundo que entendió el nivel de complejidad de una situación sin igual y cambiando las reglas -en toda la extensión de la palabra– estos súper atletas volverán a las duelas buscando por todos los medios conseguir un título diferente, pero no por ello de menor importancia.
La NBA se reanudará en una “burbuja” con todos los jugadores en tres resorts de Disney World en Orlando y con un control sanitario que ninguna otra competencia deportiva ha alcanzado. ¿El resultado? Cero casos de Covid-19 a un día de iniciar la temporada.
Y pese a todo lo que ha pasado en el mundo entero, los ojos de los amantes del basquet siguen puestos en Los Ángeles: en los Clippers con su increíble dúo Paul George – Kawhi Leonard y en los Lakers con LeBron James y Anthony Davis.
Siendo honestos, los Lakers tienen ese extraño velo de campeón que podría estar generado por la brutal temporada de LeBron y Davis, pero también motivado por la dolorosísima muerte de Kobe Bryant quien parece estar guiando como faro al equipo californiano rumbo a su título número 18.
Además de los dos angelinos, tenemos a los Milwaukee Bucks, comandados por el mejor basquetbolista terrícola de la actualidad, Giannis Antetokounmpo, pueden sorprender a cualquiera de la Conferencia Oeste; el Este ya lo dominan casi a placer.
El Oeste, más salvaje que nunca, también tiene a los Houston Rockets que con James Harden y Rusell Westbrook pueden llegar casi tan lejos como ellos deseen. La “barba” lidera la liga en puntos por partido con casi 35, algo fuera de este mundo.
No podemos dejar de lado la consistencia de los Denver Nuggets, quien tienen en Luka Jovic al mejor centro de toda la liga y llevan dos temporadas dando de qué hablar, tampoco a los sorprendentes Dallas Mavericks quienes tienen a otra dupla temible en Luka Doncic y Kristap Prosingis, puro poder europeo listo para competir por el Larry O’Brien.