El director de la Organización Mundial de la Salud advirtió este lunes que hasta ahora no hay ninguna “bala de plata” contra el COVID-19, y puede que nunca la haya.
“Varias vacunas se encuentran en la fase tres de las pruebas clínicas y todos esperamos que de ellas salgan vacunas eficaces que ayuden a que la gente no se infecte, pero ahora mismo no hay una solución infalible, y quizá nunca la haya”, afirmó Tedros Adhanom Gebreyesus durante su conferencia habitual este lunes en Ginebra.
Con cerca de 18 millones de casos y más de 686.000 fallecidos, Tedros recordó que los contagios se han multiplicado por cinco en los últimos tres meses.
“Sabemos por estudios serológicos que la mayoría de las personas siguen siendo susceptibles a este virus, incluso en áreas que han experimentado brotes severos. La semana pasada, vimos que varios países que parecían haber superado lo peor ahora luchan con nuevos picos en los casos”, dijo el director.
Tedros aseguró, que, sin una vacuna disponible, hay que seguir intentando controlar las infecciones con medidas “que funcionan”: los principios básicos de salud pública y control de enfermedades.
“Probar, aislar y tratar pacientes, y rastrear y poner en cuarentena sus contactos. Hay que hacerlo todo: informar, empoderar y escuchar a las comunidades. Hay que hacerlo todo, el mensaje para la gente y los Gobiernos es claro, hay que hacerlo todo; y aun cuando ya esté bajo control, hay que seguir adelante y seguir fortaleciendo los sistemas de salud”, explicó.
El director de emergencias de la Organización, por su parte, subrayó que en los países donde sigue habiendo muchos contagios tienen que prepararse para una larga batalla. “En la mayoría de los países que experimentan transmisión comunitaria intensa, la salida está lejos y se requiere mantener el compromiso para lo que, a primera vista, son cosas muy sencillas, pero que son difíciles de implementar”, explicó Michael Ryan.
Tedros anunció este lunes el lanzamiento de un reto de mascarillas para alentar a las personas de todo el mundo a usarlas como una herramienta clave para detener el virus.
“La mascarilla ahora representa la solidaridad”, dijo el director de la OMS, subrayando que todos tienen un papel que desempeñar para romper las cadenas de transmisión de COVID-19.
El funcionario pidió a los trabajadores de salud, como parte de la campaña, que sigan las pautas nacionales y utilicen mascarillas de forma segura, ya sea para cuidar a pacientes o a seres queridos, para viajar en transporte público o al recoger suministros esenciales.
“Al usar una máscara, usted está enviando un poderoso mensaje a quienes lo rodean de que todos estamos juntos en esto”, aseveró, recordando también la importancia de mantener la distancia física, evitar los lugares abarrotados y lavarse las manos con frecuencia para protegerse a sí mismo y a los demás.