La recién finalizada cumbre en Brasil entre el presidente de esa nación sudamericana y las autoridades de 16 países caribeños en busca de incrementar las relaciones comerciales, la cooperación e integración regional con la primera economía de Latinoamérica, arroja acuerdos que la República Dominicana puede aprovechar.
El gobierno brasileño comprende que no puede planificar un impulso en términos de cooperación, conectividad y comercio en el caribe sin apuntalarse con la economía de más rápido y persistente crecimiento en la última década, que es la de nuestro país. No fue casual que la foto oficial del evento presenta juntos, en primer plano, a Lula da Silva y Luis Abinader. El meta mensaje es claro.
En un mundo que avanza hacia la multipolaridad, Brasil, entiende que necesita revertir la continua caída del intercambio comercial con el Caribe, que pasó de unos 6 mil millones de dólares en el 2010 a 4 mil millones en el 2024, con una importante reducción de un 30% mientras esa nación dispone de recursos alimentarios, energéticos y técnicos que pueden ser utilizados por las naciones caribeñas.
El compromiso de Brasil, de facilitar la conectividad aérea, marítima y terrestre para impulsar el turismo, el comercio y los intercambios culturales, son áreas en donde los dominicanos obtendremos créditos, de la misma forma, que la determinación de ofrecer sus avances en la agricultura y la transición a la energía limpia para combatir el calentamiento global y auspiciar la estabilidad climática en el caribe, nos ayuda.
Además, la promesa de Brasil de reentrenar a 400 policías haitianos, junto a la disposición de ofrecer alimentación escolar y reparación de la infraestructura hospitalaria haitiana, liberará presión en los hospitales dominicanos, mientras toma cuerpo y se define la ampliación de la Misión Multinacional con nuevas tropas en Haití, que actuarían bajo mandato de la Organización de Estados Americanos (OEA), o de las Naciones Unidas (ONU).