CLEVELAND — El duelo final de la serie entre los Guardianes y los Medias Rojas el jueves podría llamarse el “Juego de José Ramírez”.
El dominicano se robó el show en la victoria de Cleveland 10-3 sobre Boston, conectó tres jonrones en los primeros seis innings del enfrentamiento en el Progressive Field. Es la primera vez en su carrera que Ramírez se vuela la cerca tres veces en un juego y la primera vez que un jugador de Cleveland logra la hazaña desde que el también dominicano Edwin Encarnación lo hizo el 2 de mayo del 2018, contra los Rangers.
Como hemos visto en tantas ocasiones a lo largo de su carrera, Ramírez una vez más puso la chispa que le hacía falta a la ofensiva de Cleveland. Él sólo produjo las primeras cuatro carreras de los Guardianes con sus tres jonrones.
Se trata de la 21ra ocasión en su carrera que Ramírez conecta más de un jonrón en un partido. En ese sentido, se encuentra empatado con Joe Carter con la quinta mayor cantidad en la historia de Cleveland detrás solamente de Albert Belle (26), Jim Thome (26), Hal Trosky (25) y su compatriota Manny Ramírez (22).
Por si fuera poco, el segundo de los tres jonrones de Ramírez el jueves también representó su bambinazo número 200 en las Mayores. “Llevaba par de juegos sin dar dos hits en un partido”, dijo el veterano acerca de su segundo cuadrangular. “Entonces traté de poner la bola en juego y dar un hit. Cuando el pitcher estaba atrás en la cuenta, cambié el enfoque y traté de darle por detrás para elevarla”.
Y aunque fue con el bate que más llamó la atención, Ramírez se aseguró de recordarles a todos que puede ser igual de letal con el guante. En la parte alta de la sexta entrada, Justin Turner conectó un rodado a 75.1 mph por la línea de la tercera base. Ramírez agarró la bola con el bate volteado, se viró y disparó a primera. Gracias al esfuerzo de Josh Naylor en la primera base, el tiro fuerte de Ramírez bastó para sacar out a Turner.
Justo cuando se empezaba a comentar que Ramírez podría estar cayendo en un bache ofensivo, el antesalista estelar estalló al bate. El oriundo de Baní llegó a la jornada con línea ofensiva de .224/.237/.310 y cero cuadrangulares en sus últimos 13 partidos.
“Aún me alegro por él porque sé por lo que pasa para jugar y cada jugada, cada inning de cada día como que fuera la última”, dijo el manager de Cleveland, Terry Francona, acerca de Ramírez. “No se ven muchos grandes jugadores jugar de esa forma”.
