viernes, marzo 29, 2024
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Huelgas, balaceras y saqueos

El paro por 48 horas convocado por la Coalición de Organizaciones Populares en el municipio de Navarrete, provincia de Santiago, exigiendo la terminación de aceras y contenes de varios sectores de esta localidad, mejoras en el servicio de agua potable y la puesta en libertad de un dirigente comunitario, no cumplió los propósitos esperados.

Ni la libertad del señor Armando García acusado de matar un policía, ni el comienzo inmediato de aceras y contenes, ni la solución al problema en el servicio de agua potable fueron logrados, por tanto, el saldo del violento campo de batalla en el que se convirtió este poblado, desfavorece a los convocantes.

El pillaje a la cafería el Expreso, varias bancas de loterías y a una farmacia de donde robaron dinero en efectivo, bebidas alcohólicas y otros enseres por parte de lúmpenes que se aprovecharon de la situación y aterrorizaron a los ciudadanos, afecta el contenido de los reclamos y reduce el apoyo popular 

La herida de bala ocasionada a una menor de apenas un año de edad, pudo ser causada por cualesquiera de las partes en conflicto, pero al final del día, muchos de los pobladores de Navarrete que quizás simpatizaban con  la huelga, achacarán el incidente a las provocaciones y desórdenes.

Los dirigentes comunitarios del país deben entender que las acciones anárquicas de lúmpenes rompiendo cristales, incendiando vehículos, tiroteando, saqueando negocios no le suman sino que le restan  a las protestas, pues estos antisociales (muchas veces narcotraficantes) no participan por convicción en la legitimidad de las demandas sino buscado pescar en río revuelto, para beneficio propio.

Y entonces, muchas personas que se identifican con las exigencias populares toman distancia, porque no quieren ser confundidos con vulgares delincuentes.

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