El titular de la ONU asegura que esas relaciones disfuncionales tienen obviamentelas implicaciones que se están viendo en este momento en el que es necesario movilizar al mundo entero para derrotar a Covid-19, para derrotar el cambio climático, para poner orden en el ciberespacio y para garantizar que la proliferación nuclear no represente un nuevo riesgo evitable. A juicio de Guterres, el problema no es que la colaboración internacional no esté a la altura de la época sino que carece de la suficiente fuerza y ambición.
“Al conmemorar el Día de la Carta (de las Naciones Unidas) y mirar hacia adelante, debemos replantearnos la forma en que las naciones cooperan”, afirmó.
Entre estas necesidades explico que es necesario un multilateralismo que sea interconectado, que reúna a las organizaciones regionales del sistema de las Naciones Unidas, las instituciones financieras internacionales y otros organismos; inclusivo, que cuente con las contribuciones indispensables de la sociedad civil, las empresas, las ciudades, las regiones y los jóvenes; y eficaz, que funcione como herramienta de gobernanza mundial allí donde sea necesario.
“El problema no es que el multilateralismo no esté a la altura de los desafíos que enfrenta el mundo. El problema es que el multilateralismo actual carece de tamaño, ambición y fuerza”, razonó.
Admitió la dificultad de lograr “una transformación significativa de los mecanismos de la gobernanza mundial” sin la participación en ellos de las grandes potencias mundiales. “Permítanme decirlo sin rodeos, las relaciones hoy en día nunca fueron tan disfuncionales”.
Preguntado posteriormente en rueda de prensa sobre quiénes son los actores de estas relaciones disfuncionales, Guterres especificó que hay dos potencias nucleares y dos económicas. Rusia y Estados Unidos en el primer caso, y la nación norteamericana y China en el segundo.
“Si hay relaciones que son muy disfuncionales hoy en día, son exactamente esas relaciones y obviamente vemos las implicaciones de eso en un momento en que necesitamos movilizar al mundo entero para derrotar a Covid-19, para derrotar el cambio climático, para poner orden en el ciberespacio y para garantizar que la proliferación nuclear no represente un nuevo riesgo evitable”, explicó.
Sin embargo, se mostró esperanzado de que habrá un “nuevo despertar” cuando reconozcamos nuestras “debilidades comunes”. Según Guterres, esta toma de conciencia se producirá “cuando los factores que hoy dividen, en cambio, obliguen a la gente a comprender finalmente que la división es un peligro para todos, empezando por ellos mismos”.
“En última instancia, ese es el camino para salir de la niebla. Nuestra Carta todavía muestra el camino”.