Habla con la verdad el ex primer ministro haitiano Jean Max Bellerive cuando afirma que las bandas haitianas han suplantado al Estado, porque según las Naciones Unidas (ONU), los facinerosos no solo controlan el 90% de Puerto Príncipe, sino que imponen retenes en las carreteras para cobrar por transitarlas, que junto a los secuestros les generan ganancias sobre los 80 millones de dólares.
En palabras de Bellerive, la Misión Multinacional de Apoyo a la Seguridad (MMAS), no ha impedido que las organizaciones criminales haitianas sigan extendiendo sus tentáculos, pues como declara el ex primer ministro, de los 4000 integrantes proyectados para operar en Haití bajo esa Misión apenas existen unos mil policías mayormente kenianos, carentes del entrenamiento y equipos requeridos para desarticular lo que Bellerive denomina una “guerrilla urbana».
El panorama es lúgubre, ya Enlacesigital.com.do lo había pronosticado en agosto 4 del 2023 en el editorial «¿Resolverá Kenia el desbarajuste haitiano?, pues los policías kenianos han comenzado a quejarse de que ellos exponen sus vidas patrullando las zonas más peligrosas, mientras el avituallamiento, el salario y los equipos de recambio duran meses en llegar, eso refleja agotamiento y baja moral en las tropas.
Frente a las perspectivas de descalabro en la Misión Multinacional y la promesa del jefe pandillero Jimmy Chérizier (Barbecue), de expandirse a este lado de la isla, para «cortar cabezas, quemar los cuerpos y las casas», el gobierno dominicano lo menos que puede hacer es apoyar a los policías kenianos ofreciendo acceso a nuestro territorio y hospitales para recibir ayuda médica cuando sea necesario.
Las autoridades dominicanas precisan ir más allá del acuerdo firmado por los cancilleres de los respectivos países esta semana. El presidente debe ordenar a los servicios de seguridad intercambiar información de inteligencia con los kenianos, para ir actualizando la base de datos que las Fuerzas Armadas quisqueyanas poseen sobre los maleantes haitianos, pues sus amenazas nos atañen directamente y hay que prepararse desde ahora para lo que tarde o temprano, llegará.
