New York, 02 de octubre, 2023.- El Consejo de Seguridad de la ONU ha aprobado este lunes con 13 a favor el despliegue de una misión multinacional de apoyo a la seguridad para Haití. Se trata de una misión ajena a las Naciones Unidas aprobada a través de la disposición Capítulo VII de la Carta de la Organización, mediante la cual el Consejo puede autorizar el uso de la fuerza después de que se hayan agotado todas las demás medidas para mantener la paz y la seguridad internacionales.
Tras la aprobación, el ministro de Relaciones Exteriores de Haití instó a los Estados miembros “a contribuir a dicha misión para restablecer las instituciones democráticas” en el país.
La votación tiene lugar tras el llamamiento del primer ministro haitiano al Consejo a instaurar la misión durante su discurso el pasado 22 de septiembre en Asamblea General, para hacer frente a la crisis “estructural y multidimensional” que enfrenta el país.
Ante la limitada capacidad de respuesta del Ejército y de la Policía Nacional, Ariel Henry, hizo hincapié en la violencia de las pandillas, señalando que “pone en peligro no solo al país, sino a toda la región”.
En este sentido, declaró: “en nombre de las mujeres y niñas violadas cada día, de las miles de familias expulsadas de sus hogares, de los niños y jóvenes de Haití, a quienes se les ha negado el derecho a la educación y a la instrucción, en nombre de todo un pueblo que es víctima de la barbarie de las pandillas, insto a la comunidad internacional a actuar rápidamente”.
La resolución contó con el voto favorable de 13 de los 15 miembros del Consejo de Seguridad y la abstención de China y Rusia.
China se abstuvo asegurando que en el pasado se ha explotado el Capítulo VII para interferir en otros países y espera que la misión se despliegue en estrecha colaboración con el Gobierno haitiano, así como que se envíen informes periódicos al Consejo. Rusia también se abstuvo, argumentando que pidió información específica sobre las características del despliegue y sus inquietudes no fueron respondidas.
La misión deberá proveer apoyo operacional a la Policía Nacional con el objetivo de mejorar las condiciones de seguridad, “caracterizadas por los secuestros, la violencia sexual y de género, la trata de personas y el tráfico ilícito de migrantes y armas, los homicidios, las ejecuciones extrajudiciales y el reclutamiento de niños por parte de grupos armados y redes delictivas”, según se lee en la resolución.
Asimismo, la misión facilitará la entrega de ayuda humanitaria, la cual se dificulta en muchas zonas por el control de las pandillas.
El documento establece que este mecanismo será financiado por contribuciones de las organizaciones regionales y Estados miembros, a quienes se insta también a contribuir con personal, equipos y otros recursos logísticos y financieros, así como prevenir contrabando de armas al país para evitar que llegue a las bandas.
Debe cumplir su mandato adhiriéndose estrictamente al derecho internacional y humanitario y tienen el deber de proteger a los más vulnerables, especialmente a las niñas y niños.