La Pastoral de la Salud y la Junta de Vecino urgen al presidente Luis Abinader terminar el plantel escolar iniciado hace nueve años, además construir una escuela vocacional para mitigar el desempleo juvenil, reparar la carretera que conecta a mas de 10 comunidades y auxiliarles frente a los incesantes actos delincuenciales que les atemorizan.
Las Cañas, provincia La Vega, 17 de septiembre de 2021.- La coordinadora de la Pastoral de la Salud de la Arquidiócesis de Santo Domingo, sor Trinidad Ayala Adames, y la presidenta de la Junta de Vecinos de Las Cañas, María Concepción Evangelista, denunciaron las deplorables condiciones que afectan a los estudiantes de la referida demarcación en vísperas de dar inicio al nuevo año escolar.
Escuela básica sin concluir, uso de edificación en ruinas
Hace nueve años fue intervenido el Centro Educativo Las Cañas, cuyo avance alcanzó un 85% de terminación; sin embargo, los trabajos para habilitar la infraestructura educativa se encuentran detenidos generando serias dificultades a miles de estudiantes procedentes de unas 12 comunidades.
Ante la falta del plantel escolar, la docencia se imparte en una pequeña y maltrecha edificación, cuyas precariedades estructurales imposibilita recibir a todos los estudiantes, la enseñanza se ofrece con baja calidad y coloca en situación de alto riesgo la integridad física, mental y emocional de los niños, las niñas y adolescentes, así como en el personal docente y administrativo.
Escuela técnica para atacar el desempleo juvenil
Asimismo, reclaman la construcción de una escuela con vocación técnica destinada a formar a los jóvenes de la región para incrementar las posibilidades de obtener un empleo digno o iniciar emprendimientos de negocios propios, con la finalidad de reducir la elevada tasa de desempleo que padece esta franja poblacional.
Intervenir carretera deteriorada
Demandan, además, el arreglo de baches, aplicación de asfalto y la señalización de la carretera El Río-Licey, que conecta a más de diez comunidades. La vía fue construida hace más de 21 años, sin recibir el debido mantenimiento desde su inauguración.
Inseguridad golpea a los habitantes, falta de iluminación eléctrica
«La comunidad está asediada por muchos atracos y robos, y hay lugares donde está oscuro, lo que da la oportunidad a los malhechores de poder hacer de las suyas», expresaron ambos representantes.
Consideran apremiante instalar 15 lámparas en el entorno público para disuadir a los delincuentes e incrementar la vigilancia con presencia de agentes policiales dispuestos a resguardar a las familias y habitantes de la zona.