La Secretaria Ejecutiva de la CEPAL Alicia Bárcena puntualizó que, según las últimas estimaciones, la región sufrirá una caída del 9,1% en el PIB y un aumento de 5,4 puntos porcentuales de la tasa de desocupación, que llegaría a 13,5%.
La pobreza en América Latina aumentaría 7,1 puntos porcentuales (45,4 millones de personas más) en comparación con el año anterior, con lo que el número total de personas que viven en la pobreza llegará a 230,9 millones (37,3% de la población de la región). La pobreza extrema aumentaría 4,5 puntos porcentuales (28,5 millones de personas adicionales), afectando un total de 96,2 millones (el 15,5% de la población), quienes no podrán cubrir sus necesidades básicas alimentarias.
Además, se perderán 2,7 millones de empresas que representan el 19% del tejido empresarial de la región.
Los países más afectados serán Venezuela (-26%), Perú (-13%), Argentina (-10,5%), Brasil (-9,2%), México (-9%), Ecuador (-9%), El Salvador (-8,6%), Nicaragua (-8,3%), Cuba (-8 %) y Chile (-7,9%).
En el medio y final de la tabla se encuentran Panamá (-6,5%), Honduras (-6,1%), Colombia (-5,6%), Costa Rica (-5,5%), las islas del Caribe (-5,4%), República Dominicana (-5,3%), Bolivia (-5,2%)
Para hacer frente a la crisis, la CEPAL propone implementar un ingreso básico de emergencia equivalente a una línea de pobreza (147 dólares) por seis meses, con un costo de 1,9% PIB y un bono contra el hambre equivalente a 70% de una línea de pobreza extrema (57 dólares) que costaría 0,45% del PIB; además de subsidios a microempresas, mayor cooperación multilateral y un nuevo pacto social que incorpore la sostenibilidad ambiental.
La máxima representante de la CEPAL llamó a instalar reformas progresivas que aseguren la incorporación de impuestos sobre la riqueza y el patrimonio, y subrayó la importancia de invertir en energías renovables.
“Debemos asegurarnos que las ciudades sean productoras de energía y alimentos, y no solo consumidoras. Debemos avanzar hacia un futuro sostenible”, afirmó.
Alicia Bárcena destacó el trabajo del Observatorio Regional de Planificación para el Desarrollo en América Latina y el Caribe de la CEPAL, que ha reunido estudios de casos de integración subnacional y local de los Objetivos de Desarrollo Sostenible en los procesos de planificación. Resaltó que el Observatorio ha identificado y sistematizado 17 territorios en 6 países (Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, México y Uruguay).
Advirtió además sobre el caso del Caribe, donde el 30% de la población vive por debajo de los 5 metros sobre el nivel del mar, e instó a identificar cuáles son las inversiones resilientes en esa región.
Precisó que la CEPAL propone cinco recomendaciones muy concretas en apoyo a los países del Caribe: la iniciativa de alivio de la deuda mediante un canje de deuda por adaptación al cambio climático, que incluye la creación de un fondo de resiliencia; la paralización del servicio de la deuda y un cambio en los criterios de elegibilidad de las instituciones financieras internacionales (IFIs) para el otorgamiento de financiamiento concesional; bonos de contingencia, en especial con cláusulas sobre los huracanes; bonos verdes y azules; y el apoyo a la liquidez mediante la emisión de derechos especiales de giro.
Finalmente, Alicia Bárcena llamó a alcanzar un nuevo pacto entre el Estado, el sector privado y la sociedad civil.
“Después del COVID-19 estaremos más pobres, hambrientos, desiguales y enojados. Es urgente construir un pacto social orientado a la protección social universal y al cambio de paradigma de desarrollo en línea con la Agenda 2030”, subrayó.