La inestabilidad que en múltiples aspectos originan los toques de queda o limitaciones en el tránsito ciudadano, con miras a contener el rebrote y expansión de los contagios del la covid-19, previamente advertido, desarrolla situaciones de fricciones y encontronazos cada vez más frecuentes entre las fuerzas de seguridad y personas sorprendidas violando las disposiciones gubernamentales.
Las aristas son variadas en el sustrato de las publicaciones y denuncias realizadas en las redes sociales, en donde se observa a los agentes de seguridad actuando con energía frente a ciudadanos airados, que les confrontan, cuestionando la autoridad de las que están legalmente investidos para hacer cumplir las decisiones mandatarias..
Hablemos claro: de las misma manera que existen uniformados sometidos a presiones extremas para sostener y aplicar las regulaciones contra la Covid-19, existe también una creciente cantidad de ciudadanos hastiados por la continuidad de las medidas durante tantos meses, con los efectos económicos, sociales y sicológicos que las mismas conllevan.
No hay interés en policías y militares en estar día y noche en las calles, alejados de sus familias, sobrellevando sus problemas personales y los de enfadados ciudadanos, que a veces también se exceden en sus irrespetos y ofensas hacia los agentes, quienes en este caso, simplemente velan y protegen el bien de todos, porque si la Covid continua fuera de control el país entero pierde.
La consigna del momento es sortear las confrontaciones por ambos bandos, los civiles tratando de evitar al máximo violentar las disposiciones y las fuerzas de seguridad asumiendo cada situación con la especificidad de cada caso, pues a veces, un ciudadano se mueve durante el toque de queda por una emergencia ineludible u obligado por causa de fuerza mayor.
Violar las reglas y provocar adrede a los agentes para luego victimizarse en las redes sociales, buscando los benditos “me gusta» o tratando de convertir sus publicaciones en virales, no es buena idea, porque la crispación es muy alta y cualquier chispa puede causar tragedias evitables.
Respeto mutuo es la tarea. El enemigo común es la Covid 19.