No solo un grupo creciente de peloteros ha decidido dar marcha atrás en el proceso para reportar con los campos de entrenamiento de sus equipos en las Ligas Mayores y enfocarse de cara a la temporada 2020; también los ampáyers, quienes se habían mantenido lejos del centro de la pandemia, comienzan a desertar por miedo a contagiarse de coronavirus.
De acuerdo al periodista Jon Heyman, ya se ha informado que al menos 11 ampáyers le habrían dado la espalda a la campaña recortada del béisbol de Las Mayores debido a que temen ser contagiados por COVID-19, por lo que prefieren regresar a los diamantes ligamayoristas a partir del siguiente año.
Dichos árbitros han argumentado pertenecer a uno de los grupos de riesgo de acuerdo a la información proporcionada por las autoridades de salud e incluso hay quienes señalan que entre sus familias hay personas infectadas, por lo que no quieren correr ningún riesgo.
Al igual que para los jugadores, los ampáyers cuentan con el beneficio de las Ligas Mayores de no perder su sueldo de la campaña regular recortada a 60 partidos, siempre y cuando acrediten que su situación se enmarca en los llamados factores de riesgo.
Asimismo, se dio a conocer que alrededor del 30% de los ampáyers tienen 55 años o más, mientras que, en el acuerdo laboral, los árbitros de béisbol también han sacrificado sus ingresos, con una percepción económica menor al 40% por esta campaña recortada.
