Señores, la tecnología avanza a pasos agigantados. Se construyen robots de todas formas y figuras “personas, animales, autos, ect.”.
La Real Academia Española define un robot como una “máquina o ingenio electrónico programable que es capaz de manipular objetos y realizar diversas operaciones”. En resumen, se trata de máquinas que realizan un trabajo o una acción. Y según cuáles sean sus funciones, su cronología o a qué sector están dedicados se pueden distinguir varios tipos de robots.
Tipos de robots por cronología
En este caso, se distinguen hasta cinco tipos de robots, según las etapas por las que ha ido pasando la robótica hasta el momento actual.
Primera Generación: robots manipuladores
Son aquellos que pueden coger y mover objetos, pero tienen unos movimientos muy limitados.
Segunda Generación: robots en aprendizaje
Recogen la información del entorno para poder hacer movimientos más complejos.
Tercera generación: robots reprogramables
Son aquellos equipados con sensores y en los que se usan lenguajes de programación para variar sus funciones según las necesidades en cada momento.
Cuarta Generación: robots móviles
En la cuarta generación aparecen los primeros robots inteligentes, capaces de interpretar el entorno en tiempo real.
Quinta Generación: robots con inteligencia artificial
Es la etapa que se encuentra actualmente en desarrollo. Pretende imitar al ser humano y son autónomos. Hasta aquí dejamos quietos a los robots. Aunque hay otros sectores donde la robótica está de lleno incluida.
Mientras esto sucede, hay gente que todavía está muriendo por cáncer y otras enfermedades que se le podría buscar la cura en vez de gastar miles de millones de dólares en chatarra.
Esto nos mueve a reflexión. Al mundo, a la clase dominante mundial no les interesa en lo más mínimo “el Ser Humano”, que se jodan todos coño, quien los mando a nacer en desventaja social. Me imagino que eso dirían los magnates, jeques y poderosos hombres y mujeres en sus reuniones y cónclaves que realizan cada cierto tiempo para fiscalizar sus inversiones.
Se preocupan en valorar sus avances tecnológicos y no en aportar una ínfima parte de recursos en buscar curas a enfermedades comunes y quitar el hambre a cientos de millones de niños y adultos que mueren cada año por no tener comida en su mesa. “Ni mesa tienen”.
Como dice la gente común, “esto solo lo arregla Dios con su Omnipotente potestad. Puesto que, lo último que se pierde es la esperanza, tratemos de cambiar cada día de forma unipersonal y veremos cómo nos sonríe la vida.