Atrás quedaron los tiempos en que la muchachada de la capital o de los pueblos se reunían en los clubes sociales, deportivos y culturales para realizar sanas actividades de interacción y apoyo a sus equipos preferidos, ver presentaciones teatrales, concursos de bailes, poesías y cantos, ya la enajenación y distorsión de los valores básicos de la convivencia, arropa a la juventud.
La sociedad dominicana se tambalea al borde de un precipicio insondable. Cada generación es peor que la anterior y quienes pueden canalizar cuestionamientos o emprender la tarea de motorizar una campaña de revalorización y ataque a la inmundicia moral que nos corroe, nada hace, rehúyen al problema, inventan justificaciones para mirar al otro lado.
El ser social crea la conciencia social, el ambiente en el que se mueven el casi medio millón de jóvenes excluidos, marginados, desempleados, sin educación que componen la generación de los «NiNi»( Ni estudian, Ni trabajan), es constantemente bombardeado por ideas, conceptos y metamensajes en los que «Ná é Ná», nada les importa, son autómatas vivientes.
Enlace Digital ha llamado a la atención en torno al conjunto de situaciones que fomentan una nueva clase de lúmpenes dominicanos, editorializando el 22 de septiembre, «Más drogas, alcohol y más analfabetismo», para alertar sobre el grave derrotero que transitamos y las consecuencias nefastas que nos esperan.
Los «Teteos» actuales, son la antítesis de las antiguas fiestas barriales, las “veladas» comunitarias, ahora sobresalen por los desórdenes ,muertes, heridos y tiroteos que ya son normales en esos eventos, tal cual ocurrió en la zona colonial capitalina. ¿Pero qué puede esperarse en lugares en donde confluyen, narcotraficantes, atracadores, adictos, desempleados, desertores escolares y antisociales de toda ralea?