domingo, octubre 6, 2024
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La Reforma Policial una utopía en RD

La Reforma Policial en República Dominicana, es un tema que se ha estado sazonando durante tres décadas aproximadamente, lo que evidencia, que las falencias exhibidas por la institución del orden tanto en el desarrollo de sus procesos y procedimientos administrativos, como en la ejecución de las intervenciones realizadas por los agentes policiales, no es reciente; entonces, sino es una situación del presente, cuáles han sido las razones para que no se concreticen los cambios y transformaciones que requiere la Policía Nacional para presentar credenciales ante la sociedad, como una institución formadas por auténticos funcionarios dotados de  profesionales, con alto nivel éticos, morales y probos en todo su accionar, pero lejos de avanzar hacía tal pretensión, el cuestionable comportamiento de los agentes policiales en todas los niveles o grados jerárquicos, se ha convertido es una verdadera alucinación, ya que los responsables de promover y materializar las innovaciones que requiere el Cuerpo del Orden (Poder Ejecutivo, Consejo Policial y el Alto Mando), a través de los años, han mostrados falta de un genuino interés en dar respuesta acertada al deplorable accionar de los funcionarios policiales desde la creación de la Policía Nacional.

En el presente, con las actuales condiciones y actores que tienen la responsabilidad de realizar la tan anhelada y sazonada Reforma Policial, es prácticamente imposible que se llegue alcanzar dicho propósito; ésta aseveración radica, en que el Presidente de la República, sus asesores, el Ministro de Interior, el Comisionado para la Reforma, el Director Gral. y el Alto Mando Policial, carecen de los conocimientos y estrategia para lograr encaminar a la institución del orden hacia una verdadera transformación y profesionalización, esto es en razón, de que todos se han desenfocados y se sujetan concomitantemente por las ramas de la problemática, obviando la raíz de las carencias y debilidades que tiene arrodillado el gigantesco avance, en tecnificación y profesionalización a la policía dominicana.

A nuestra consideración, así como las de varios facultativos de la ciencia y del quehacer policial, coincidimos en señalar algunos puntos que deben tomarse en cuenta para dar los primeros pasos hacía una real y verdadera  transformación de la Policía Nacional:

1ro. Reconocer el origen o procedencia de los miembros actuales y de los postulantes a ingresar a la institución; los flamantes bachilleres dominicanos poseen el coeficiente intelectual de un estudiante de 7mo u 8vo grado de la primaria en comparación con países que salieron del subdesarrollo; al considerar tal premisa, por más avanzada que sea la capacitación policial, tanto para los actuales y futuros funcionarios policiales, no tienen la capacidad de ser entes pensantes y con cierto grado de objetividad que les permita desarrollar las competencias y actitudes de un policía promedio (enunciado generalizado, ya que unos tantos funcionarios policiales están en un circulo exclusivo de personas que pueden ser catalogadas de pensadores y profesionales policiales).

2do. Los docentes de la Policía Nacional no tienen el conocimiento o no tienen la experiencia vivida para impartir una formación integral a los miembros policiales en sus distintas escalas de grados; me explico, o son personas de escritorios que basan sus enseñanzas en algunas páginas de libros leídos, o tienen la experiencia del terreno pero carecen de la didáctica para impartirlas.

3ro. La mentalidad de pobreza y de personas sin dignidad y decoro con que se están formando y desarrollando los actuales y futuros funcionarios policiales, les impide llegar al razonamiento de que estos son hombres y mujeres que deben ser considerados como héroes, ya que cada día salen de sus casas con la sagrada misión de proteger vidas y propiedades exponiendo su integridad física, su propia vida o su libertad.

El Estado, la sociedad dominicana, el Consejo Policial y, el Alto Mando Policial, percibe en los agentes policiales a un grupo de marionetas que se mueven según sus intereses personales y no en función de los intereses de la colectividad.

Es triste ver en cuales condiciones los agentes policiales realizan sus funciones o tareas, pues son deplorables las condiciones de los cuarteles, la mayoría en casitas destartaladas, vehículos y equipos que estos utilizan en sus distintas jornadas laborales.

4to. Dejar de creer que la Reforma Policial es solo dotar a la institución de equipos y tecnología, o aumentar el sueldo a los agentes, o cambiarle el uniforme, hasta que no haya un cambio de mentalidad y ruptura de los paradigmas actuales, nunca se dará inicio a la tan anhelada reforma (alcanzar el primer punto es esencial para que se dé este).

Se hace necesario establecer una verdadera ideología institucional la cual despierte en todos los funcionarios policiales un correcto sentido de pertenencia hacía el Cuerpo del Orden, el respecto y cuidado de los ciudadanos y la correcta aplicación de las leyes y procedimientos policiales, elementos esenciales para alcanzar la profesionalización de la labor policial.

5to. Un cambio de la Ley institucional 590-16 que rige a la institución, procurando establecer aquellas conquistas que les fueron cercenadas con la derogación de la Ley 96-04; conexamente, con la elaboración e implementación de un nuevo régimen de consecuencias, así como, el apoyo irrestricto del gobierno, los poderes del estado y de la sociedad.

Son tantos los puntos que podemos citar para concretizar el inicio de una real y efectiva reforma policial, pero el escenario institucional actual nos indica que por lo menos se tomaría aproximadamente cuatro años para ver resultados tangibles que nos muestren, que los funcionarios policiales pueden alcanzar el nivel de profesionalidad que se requiere para transformar a la Policía Nacional en una institución proactiva, dirigidas y formadas por hombres y mujeres competentes, calificados y avezados.

Si usted quiere lo mismo resultados haga siempre lo mismo y con los mismos actores. Si quiere resultados diferentes, rompa paradigmas y elimine actores y en el corto plazo verá la diferencia.

El autor Francisco Ventura de León, es General retirado PN.

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