La segunda llamada del Secretario de Estado norteamericano Antony Blinken al presidente Luis Abinader fue motorizada por las ácidas críticas al gobierno de Joe Biden, (que sigue bajando en las encuestas), a lo interno del ese país por la horrible muerte de Natalie and Davy Loyd misioneros que junto a Jude Montis , trabajaban en un orfanato de Puerto Príncipe.
Como Natalie y Davy eran hija y yerno respectivamente del legislador Ben Baker (Partido Republicano, distrito 160, Estado de Misuri) con amplia incidencia mediática, más la brutalidad de los asesinatos ,catalizaron un cuestionamiento al liderato estadounidense por la tardanza de la misión encabezada por Kenia ,mientras las bandas criminales continúan masacrando a los haitianos.
De ahí que la llamada telefónica, publicada por los medios norteamericanos, fue para afinar detalles logísticos del operativo, ahora pospuesto para finales de Junio porque la avanzada policial enviada por Kenia estableció la falta seguridad para el despliegue y además parte de los equipos prometidos a las tropas todavía no están sobre el terreno.
Antoni Blinken busca que alguna de las necesidades logísticas parta desde la República Dominicana, pero sin anunciarlo oficialmente, y la llamada a Abinader tuvo el doble efecto de aplacar al público estadounidense y al mismo tiempo obtener ciertas garantías de colaboración indirecta por parte del mandatario dominicano para la misión multinacional.
El aderezo de, “felicitaciones por la reelección», reafirmando la «asociación duradera» y «compromiso compartido para promover la gobernabilidad democrática y la seguridad regional», entre otros elogios de la llamada, se traduce en una simple frase para Abinader: «Te necesitamos, ponte donde el capitán te vea».
