En medio de la disputa laboral entre peloteros y las Ligas Mayores, una vez más la amenaza del coronavirus vuelve a ocupar la atención en los intentos por rescatar la temporada 2020 en el béisbol profesional de los Estados Unidos, en un escenario que una vez más se aleja de la realidad incrementando las posibilidades de que la pelota no se juegue este año.
De acuerdo a reportes periodísticos, un total de 11 peloteros pertenecientes a siete equipos que se mantenían entrenando en las instalaciones de primavera de los clubes en Arizona y Florida, así como en Texas, han dado positivo a COVID-19, lo que ha obligado a que el circuito tome la decisión de solicitarle a los clubes el cierre de sus instalaciones hasta nuevo aviso.
Apenas unos días después de que se activara la alerta por la llegada del coronavirus a los Estados Unidos en el mes de marzo, Las Mayores consideraron iniciar la temporada en escenarios confinados en Arizona, Florida y Texas como principales opciones, aunque después se optó por respetar los estadios de cada equipo adecuando el calendario a regiones del país; sin embargo, regresar al planteamiento original luce inviable ante el incremento considerable de casos por COVID-19 justo en estas entidades.
Ante estas circunstancias, según información publicada por Jared Diamond y Ben Cohen para el Wall Street Journal, Ligas Mayores estaría considerando regresar a una de sus versiones iniciales del plan de reactivación de la temporada bajo el esquema “burbuja”, pero ahora en el sur de California.
Según la publicación aludiendo a una fuente cercana al caso, la región cuenta con los estadios ligamayoristas de los Dodgers, Angels y Padres, así como varias universidades con estadios que cumplirían con los requisitos; no obstante, primero tendría que cerrarse el acuerdo entre los dueños de equipos y peloteros considerando esta opción, antes de pensar en otra alternativa.