El lanzador de los Angelinos de Los Ángeles, Tyler Skaggs, murió el 1 de julio del año pasado en un cuarto de hotel de Texas a consecuencia de una sobredosis de drogas. Este viernes se ha dado a conocer de manera oficial que un empleado del equipo le proporcionaba las drogas.
Los Ángeles Times fue el primer medio en revelar que Eric Kay, quien por décadas fue parte del equipo de comunicaciones de los Angelinos, ha sido acusado por autoridades federales en Texas de la distribución de fentanilo a Skaggs, quien perdió la vida al ahogarse con su propio vómito durante una gira de los Angelinos para jugar con los Rangers.
Las investigaciones forenses del condado Tarrant (Texas) mostraron que Skaggs, acaso el mejor lanzador del equipo en años recientes, combinó fentanilo, que es un peligroso opioide sintético, con alcohol y oxicodona, pero que fue el fentanilo lo que lo llevó a la muerte. La adicción de Skaggs, originario de Santa Mónica, fue de gran sorpresa en el béisbol. Su familia ha asegurado que él no era adicto.
“La organización de los Angelinos ha cooperado totalmente con los cuerpos policiacos y con Major League Baseball. Adicionalmente, para poder entender de manera amplia las circunstancias que llevaron a su muerte, contratamos a un fiscal federal para conducir una investigación independiente”, dijo el equipo este viernes en un comunicado.
“Nos enteramos de que hubo un comportamiento inaceptable que no es consistente con nuestro código de conducta, y dimos pasos para atender esa situación. Nuestra investigación también confirmó que nadie en nuestra directiva sabía o estaba informado de que algún empleado le estaba proporcionando opioides a ningún jugador, ni que Tyler estaba usando opioides”.
El 12 de julio de 2019, al regresar al sur de California, los Angelinos realizaron un homenaje póstumo a Skaggs en presencia de los familiares del pitcher y jugaron todos con el nombre y número de Skaggs en sus uniformes. Unas horas después procedieron a vencer a los Marineros de Seattle con un memorable juego sin hit ni carrera combinado.
Al final del juego, todos los jugadores se reunieron alrededor del montículo y pusieron sus jerseys sobre la loma como dedicatoria a su compañero y amigo.