El Papa Francisco llegó la mañana de este viernes a Iraq, país con una minoría cristiana que ha sufrido persecuciones a lo largo de los siglos y que en los últimos años fue blanco de ataques sistemáticos por parte del ISIS o Daeshh.
El Pontífice fue recibido por el primer ministro iraquí, Mustafa al Kazemi, en el aeropuerto de Bagdad, ciudad donde empezará una visita de tres días que seguirá de la capital a Mosul, Erbil, Najaf y Qaraqosh.
La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) afirmó que Francisco lleva a Iraq un mensaje de paz y unidad y, en el caso de Mosul, una muestra de apoyo y solidaridad con una población que padeció la ocupación violenta y opresiva del ISIS durante tres años.
Al sufrimiento de la gente se sumó la destrucción de los edificios históricos de la Ciudad Vieja de Mosul, una urbe que fue central para el intercambio cultural y religioso por varios siglos.