En las circunstancias de fuerza mayor desarrolladas a partir de la emergencia sanitaria que nos ocupa, las estrategias educativas desplegadas por los centros educativos públicos y privados van articulándose paulatinamente, lo cual permite al sistema educativo dominicano ir sorteando los obstáculos existentes.
El esfuerzo conjunto entre autoridades, profesores, alumnos y padres o tutores, posibilita que el programa pueda avanzar a buen ritmo, y en el caso de las escuelas públicas, cuyo contenido ya había alcanzado un 70%, las líneas generales establecidas por el Ministerio de Educación (MINERD) en coordinación con el Consejo Nacional de Educación (CNE), mantienen el final del calendario escolar previsto para el mes de junio.
Pero como es de suponer, las limitaciones en cuanto al acceder a los medios electrónicos y a las plataformas educativas, más las condiciones existenciales difíciles para una gran cantidad de estudiantes, impedirán un aprendizaje cabal del programa académico, y por tanto es acertada la estrategia del MINERD de adelantar el próximo año escolar para utilizar ese tiempo en labores de reforzamiento educativo de los estudiantes.
Valoramos de igual forma, la decisión del MINERD de elaborar y distribuir guías didácticas especiales para los educandos que no pueden acceder al internet, pues ayuda a integrar a ese sector estudiantil a los planes confeccionados para continuar el proceso educativo en las casas, independientemente del curso de la pandemia del coronavirus.
Vista la dificultad de prever cuando regresará la normalidad socioeconómica al país, es vital incrementar las actividades virtuales que mantengan el distanciamiento social hasta que las condiciones para actividades presenciales sean seguras, y permitan a los ciudadanos retomar el estilo de vida acostumbrado, y en ese aspecto, las medidas educativas adoptadas hasta el momento van en consonancia con esa realidad.