En la inaudita circular número 018031, el Ministerio de la Administración Pública (MAP), pide a los Departamentos de Recursos Humanos de las instituciones del Estado comenzar a requerir a los empleados de esas entidades los recibos de pagos de algunos servicios como el agua y la electricidad, señalando que en caso de que esos servicios no estén bajo el nombre del servidor estatal, se deberá indicar el nombre de la persona de quien está registrado esos contratos.
Parecería que la circular es una extemporánea broma del día de los inocentes, pero debido a la formalidad de la misma, queda como explicación que el susodicho ministro Sigmund Freund trato de congratularse con funcionarios gubernamentales interesados en impulsar el fallido intento de reforma impositiva, presionando a los empleados públicos a pagar servicios de electricidad y agua para por esa vía tratar de disminuir el enorme déficit en la captación de recursos de las distribuidoras de electricidad.
La descabellada circular ni siquiera menciona bajos cuales preceptos legales se puede obligar a los empleados públicos a mostrar que cumplen sus compromisos particulares, lo cual nunca podría requerirse porque en ningún contrato establecido entre los empleados públicos al inicio de sus empleos se acordó esa obligatoriedad, ante el tremendo desfase, el presidente Abinader dijo que «no era obligatorio» que no» tenía ninguna penalidad » .¿Y entonces por qué se hizo?
Ningún contrato laboral, ni la Ley Orgánica de la Administración Pública determina que los servidores estatales requieren demostrar pagos de deudas particulares y ninguna ley ni reglamento puede hacerlo porque transgrede el artículo 44 de la Carta Magna, que garantiza el respeto y la no injerencia en la vida privada, familiar, el domicilio y la correspondencia del individuo .
Un empleado público puede ofrecer ese tipo de información a una autoridad pública exclusivamente bajo las formalidades determinadas por las leyes, como por ejemplo mediante una orden judicial que requiera a ese servidor público presentar esos recibos como parte de un proceso judicial en curso.
Aunque el presidente Abinader buscó endulzar el revoltillo, hizo patente que la circular del MAP no es más que ganas de fastidiar.
