El arribo del nuevo embajador de la República Popular China a nuestro país, Chen Luning, constituye un espaldarazo formidable en las relaciones diplomáticas que durante casi 5 años avanzan a muy buen paso, con un potencial enorme de beneficios para ambas naciones, pero principalmente para nosotros.
Si bien hasta el momento la balanza comercial favorece a China, pues importamos unos $2,500 millones de dólares cada año, mientras exportamos US$200 millones hacia la superpotencia asiática, las amplias perspectivas de inversión y acuerdos bilaterales son brillantes para los dominicanos.
El hecho de que hasta su designación como embajador, Chen Luning fuera el Subdirector para América Latina y el Caribe del Ministerio de Relaciones Exteriores, indica el sitial privilegiado en que las autoridades Chinas colocan la consolidación y fortalecimiento de los contactos. Los dominicanos atestiguaron el apoyo Chino durante la pandemia del coronavirus.
China representa un mercado de 1400 millones de personas para productos como cacao, rones, tabaco, artesanía, frutas y una variedad extensa de otros bienes que podemos exportar a buen precio, mientras aprovechamos las iniciativas de inversiones en energía, acueductos, tecnología, zonas francas, infraestructuras, turismo y otros sectores.
A diferencia de otras potencias, los chinos no tratan de imponer sus puntos de vistas políticos para suscribir acuerdos económicos, son respetuosos de las soberanías de las naciones con las cuales mantienen lazos diplomáticos, mientras los dominicanos se insertan con acierto en el mundo multipolar que los nuevos tiempos acarrean, con la vista puesta en el progreso y el desarrollo de nuestro pueblo.
¡Bienvenido, Embajador Chen Luning!
