Félicien Kabuga fue arrestado entre Mecanismo de la ONU y las autoridades francesas en una operación sofisticada y coordinada con búsquedas simultáneas en varios lugares de Paris.
«Para la justicia internacional, el arresto de Kabuga demuestra que podemos tener éxito cuando contamos con el apoyo de la comunidad internacional», dijo Serge Brammertz, fiscal jefe del citado Mecanismo.
«Este resultado es un tributo al compromiso inquebrantable del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, que estableció el Mecanismo para continuar el proceso de rendición de cuentas en Ruanda y la ex Yugoslavia», añadió.
El Mecanismo, que cumple funciones esenciales que antes realizaban el Tribunal Internacional para Ruanda, que cerró en diciembre de 2015, y el Tribunal Internacional para la antigua Yugoslavia, que cerró dos años después, buscaba a Kabuga desde 2013.
El Secretario General de la ONU elogió la cooperación entre el Mecanismo de la ONU y las autoridades francesas para el arresto, subrayando la responsabilidad de todos los Estados de cooperar con este para localizar y arrestar a los prófugos en general.
En tanto El Secretario General, António Guterres, ha acogido con satisfacción el arresto el sábado de uno de los fugitivos más buscados del mundo, dijo su portavoz en un comunicado.
Félicien Kabuga, una de la figura más destacada en el genocidio de Ruanda en 1994, fue detenido en París por las autoridades francesas como resultado de una investigación conjunta con el Mecanismo Residual Internacional de la ONU para Tribunales Penales.
Kabuga fue acusado por el Tribunal Penal Internacional de las Naciones Unidas para Ruanda en 1997 por siete cargos de genocidio y crímenes contra la humanidad.
El arresto envía un ‘mensaje poderoso’:
«La aprensión de Kabuga envía un poderoso mensaje de que aquellos que supuestamente cometieron tales crímenes no pueden evadir la justicia y eventualmente serán responsables, incluso más de un cuarto de siglo después«, aseguró el portavoz.
Como jefe del Comité Provisional del Fondo de Defensa Nacional desde aproximadamente el 25 de abril de 1994 hasta julio de 1994, Kabuga supuestamente ayudó a financiar el genocidio.
También fue presidente del Comité de Iniciativa de la en la emisora Radio Televisión Mil Colinas, cuyas transmisiones fueron utilizadas por extremistas hutus para incitar al odio contra los tutsis e identificar a las personas para su posterior asesinato.
«Los pensamientos del Secretario General están ante todo hoy con las víctimas de los presuntos crímenes de Kabuga, las víctimas de otros crímenes internacionales graves y sus familias. Poner fin a la impunidad es esencial para la paz, la seguridad y la justicia», continuó la declaración de la ONU.